Aporte de las pruebas de antígeno en la lucha contra la pandemia

Feb 8, 2021

[vc_row css_animation=”” row_type=”row” use_row_as_full_screen_section=”no” type=”full_width” angled_section=”no” text_align=”left” background_image_as_pattern=”without_pattern”][vc_column][vc_column_text]El 31 de diciembre de 2019, la OMS fue alertada por primera vez de un conglomerado de casos de neumonía de etiología desconocida en la ciudad de Wuhan, China. En un principio el virus recibió la denominación provisional de nuevo coronavirus de 2019 (2019-nCoV). Más adelante llamado oficialmente SARS-CoV-2.

COVID-19 es el nombre de la enfermedad multi sistémica potencialmente mortal provocada por el SARS-CoV-2 el cual provoca en la mayoría de los casos neumonía leve, moderada o grave. Se trata de un virus encapsulado con ácido ribonucleico (ARN) de cadena sencilla cuyo genoma codifica proteínas no estructurales (algunas de ellas indispensables para formar el complejo replicasa transcriptasa), y cuatro proteínas estructurales: espícula (S), envoltura (E), membrana (M) y nucleocápside (N) entre otras. Para penetrar en la célula, el virus se acopla a un receptor de la enzima convertidora de la angiotensina 2 (ACE2) a través del dominio de unión al receptor (RBD) de la proteína S del SARS CoV2.

¿Qué es una prueba de antígeno?

Una prueba de antígeno proporciona una respuesta cualitativa (“sí/no”) sobre la presencia del virus en el organismo, es decir que, al igual que las pruebas de PCR, permiten saber si la persona tiene una infección activa. Esta prueba detecta las proteínas que son componentes estructurales o funcionales del virus SARS CoV2. Si el antígeno objetivo está presente en concentraciones suficientes en la muestra, se unirá a anticuerpos específicos presentes en el reactivo y generará un resultado positivo. Esta prueba se caracteriza por su especificidad cercana al 100% y una alta sensibilidad (94.5%) cercana a la demostrada por las pruebas de PCR. La combinación de pruebas de antígeno con una exploración de los síntomas del paciente, su grado de exposición al COVID-19 y resultados de pruebas adicionales como las moleculares PCR y serológicas permite realizar diagnósticos más precisos y oportunos.

Aunque ya bordeamos el año desde el inicio de la pandemia de COVID-19, aún existe cierta confusión en la población con respecto a los diferentes tipos de pruebas que se aplican para diagnosticar el virus. A continuación explicamos en qué consisten las pruebas de antígenos y porqué se han convertido en una buena opción para la población en Ecuador.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row css_animation=”” row_type=”row” use_row_as_full_screen_section=”no” type=”full_width” angled_section=”no” text_align=”left” background_image_as_pattern=”without_pattern”][vc_column][vc_column_text]Las pruebas de antígeno pueden ser usadas para diagnosticar infecciones por SARS-CoV-2 en lugares donde las pruebas moleculares son limitadas o no están disponibles. Las pruebas de antígenos se pueden utilizar en una variedad de estrategias para responder a la pandemia de la COVID-19:

  • Clasificación rápida (triaje) de pacientes sintomáticos para la toma de decisiones sobre aislamiento temporal o inicio de tratamiento.
  • Cribado de personas asintomáticas después de una exposición confirmada con un paciente COVID-19 positivo por PCR.
  • Trabajadores de primera línea sintomáticos cuando las pruebas moleculares no están oportunamente disponibles.
  • En el primer y segundo nivel de atención en áreas remotas con limitado o ningún acceso a pruebas moleculares.
  • En el primer y segundo nivel de atención en áreas con acceso a pruebas moleculares, pero con tiempos de respuesta mayores a 72 horas.
  • Ampliar el rango y la cantidad de acceso de pruebas en escenarios que de otro modo serían inaccesibles

Las pruebas de antígeno tienen una mejor sensibilidad durante las etapas tempranas de la enfermedad, así que deberían priorizarse en pacientes sintomáticos en los primeros 10 días de síntomas (idealmente entre los días 5 – 7) o a partir de 6 a 8 días luego del contacto cercano con un paciente positivo para COVID-19.

[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_single_image image=”5854″ img_size=”full” alignment=”center” qode_css_animation=””][vc_column_text]

Roche cuenta con un amplio portafolio de soluciones de diagnóstico tanto rápidas como automatizadas para ayudar a los sistemas de salud a combatir el COVID-19 a través de pruebas en el laboratorio y en el punto de atención al paciente (PoC). Fotografía: Cortesía

[/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row][vc_row css_animation=”” row_type=”row” use_row_as_full_screen_section=”no” type=”full_width” angled_section=”no” text_align=”left” background_image_as_pattern=”without_pattern”][vc_column][vc_column_text]Dr. Oswaldo Rodriguez gerente general de Roche Diagnóstica, en una entrevista para Gamavisión, señala que la pandemia por el SARS-COV-2 ha ocasionado una crisis sanitaria sin precedentes, y dentro de la cual surge la necesidad de un diagnóstico oportuno y acertado. El galeno comenta que el diagnóstico inicial empezó siendo la prueba PCR, que como Roche proporcionaron un equipo completamente automatizado para el INSPI en abril de 2o20, tan pronto como la prueba tuvo aprobación de la FDA.

Con la evolución del virus durante los últimos meses, Rodriguez explica que Roche innovó con al crear una prueba de antígeno que ahora en el mercado viene en dos formas. La primera es una prueba rápida de antígeno, que permite detectar directamente el virus en las secreciones respiratorias, tomando una muestra naseofaríngea, como la PCR y así detectar la presencia del virus; esto, con una pequeña reducción de sensibilidad  (mayor al 94%) en relación al PCR, pero con una similar especificidad (mayor al 99%) . Lo cual hace que sea una prueba muy comparable al PCR; y sobre todo que pueda ser usada en el caso de la prueba rápida en cualquier sitio, sin necesidad de infraestructura, con resultados en apenas 15 minutos sostiene el especialista. La segunda es una prueba completamente automatizada de antígenos y que permite hacerla en grandes volúmenes, y que de igual manera se puede procesar  en los laboratorios dependiendo de su capacidad, probablemente más de 1000 pruebas diarias.

Ambas pruebas ofrecen la ventaja en poder hacerlas en cualquier sitio, incluso sin equipamiento; con una muy buena sensibilidad y especificidad para de esa manera aliviar la congestión que puedan tener los laboratorios moleculares que hacen PCR, y así también convertirse en una herramienta accesible para la población y los sistemas de salud en el país, comenta el Dr. Rodríguez. Se estima que el valor de las pruebas oscile entre el 1/3 y 1/4 del valor de una prueba PCR pues, en términos generales es una prueba mucho más  conveniente y más fácil de hacer que una PCR, que requiere mayor especialización, equipamiento, y complejidad que una prueba de antígeno.

Si una persona tiene síntomas y se realiza una prueba de antígeno y el resultado es positivo, el paciente tiene la seguridad que el diagnóstico será positivo, debido a la alta sensibilidad y especificidad que tiene. De esa manera, el paciente ya no necesita realizarse una prueba PCR.  En cambio, si una persona tiene síntomas y la prueba de antígeno resulta negativa; no se podrá  asumir que es un verdadero negativo y se precisará buscar una confirmación con PCR; indica el especialista.

¿Cuándo es preciso realizarse la prueba de antígeno?

Mucha gente va al médico o al laboratorio y dice que estuvo en contacto con un paciente con COVID el día anterior y quiere hacerse la prueba. Ahí la pregunta es: ¿Le va a salir positivo o no el examen? explica el médico. Es mandatorio fijarse en el tiempo de evolución de la enfermedad desde que un paciente se infecta hasta que desarrolla síntomas y cuándo el virus podrá ser detectado.

Estudios epidemiológicos muestran que un paciente se infecta en el día cero, la mayoría de los que desarrollan síntomas ( 90%), los tiene al día número cinco. Sin embargo, una persona aunque desarrolle síntomas al día cinco, desde el día tres puede ya empezar a eliminar el virus en sus secreciones respiratorias; y al eliminarlos, es cuando ya se empieza a volver contagioso, y por ende, significa que ese virus podría ser detectado por PCR o por Antígeno.

Si un apersona ha estado en contacto al día cero, al día tres sería conveniente hacerse la prueba para detectarse. Esos son los días que el virus necesita para empezar a ser detectable dentro de la secreción  naseofaríngea con la mejor sensibilidad. Un paciente asintomático sigue el mismo curso, comenta Rodríguez; se infecta y desde el día tres podría empezar a producir virus y a ser detectado con una prueba PCR o una de Antígenos

¿Cómo evitamos contagios?

El especialista indica que lo importante para reducir el número de contagios es evitemos los contagios es usar mascarilla de forma adecuada, desinfectar las superficies, el lavado constante e manos con agua y jabón. Cada contagio significa que esa persona va a empezar a replicar los virus y justamente cada nueva infección significa una posibilidad de  aparición de mutantes, como los sudafricanos, el mutante brasilero y el mutante británico, expone el médico.

Lo más importante desde el punto de vista desde el control de la pandemia, argumenta Rodríguez, es cómo reducir el número de contagios y la responsabilidad de cada persona. Es decir; si yo me siento enfermo, lo primero que tengo que hacer es aislarme hasta que me pueda hacer la prueba. Si la prueba demuestra que la persona está infectada, necesita aislarse con las personas con las que convive y notificar a otros con los que ha estado en contacto lo más pronto posible.

Si las personas han usado bien sus mascarillas, especialmente una doble mascarilla como se recomienda ahora de acuerdo con la nueva evidencia científica, la reducción de la posibilidad de contagios se hace presente. Durante los comicios electorales del pasado 7 de febrero se puso en evidencia que varios recintos electorales tuvieron aglomeraciones por parte la población al momento de sufragar.

“El próximo viernes o sábado, veríamos las primeras personas con síntomas que fueron contagiadas durante el día de elecciones. Ese sería el curso natural de la enfermedad”, y luego de ese tiempo, algunos pacientes empezarán a tener complicaciones siete días después; esto quiere decir que recién en quince días, empezaríamos a ver a aquellas personas que se contagiaron y complicaron luego de las elecciones, finaliza Rodriguez.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Deja un comentario