Curiosidades sobre tus gafas de sol que seguramente no sabías

Jun 24, 2021

[vc_row css_animation=”” row_type=”row” use_row_as_full_screen_section=”no” type=”full_width” angled_section=”no” text_align=”left” background_image_as_pattern=”without_pattern”][vc_column][vc_column_text]Las gafas de sol, además de ser un gran accesorio de moda que complementa cualquier outfit y te brinda un estilo y una personalidad única, es un elemento de salud que debe ser utilizado por todos, desde pequeños hasta grandes. Es por esto que también se lo conoce como el ‘bloqueador solar’ de los ojos, debido a que evita que los rayos ultravioletas (UV) ingresen y dañen partes como el iris, cristalino, córnea, párpados, etc. Y debido a su importancia todos los 27 de junio se celebra en el mundo el “Día mundial de las Gafas de Sol”.

En los ojos, la exposición prolongada a los rayos UV puede ocasionar enfermedades como cataratas, pterigión, queratitis, degeneración macular e incluso cáncer. “Así como los rayos UV queman la piel del cuerpo, también pueden dañar los ojos, pues pueden llegar a ingresar a la lente y la retina. Cuando se realizan actividades al aire libre, aún si no está haciendo sol, es mandatorio usar gafas certificadas con protección de rayos UV, para evitar daños en nuestro sistema visual”, dice Alejandro Lalama, jefe de Optometría de Óptica Los Andes.

Pero, ¿todas las gafas protegen a los ojos de los rayos UV?, ¿el color del lente influye en el nivel de protección de la gafa? A propósito de la celebración del Día Mundial de las Gafas de Sol, el experto da respuesta a estas interesantes inquietudes.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row css_animation=”” row_type=”row” use_row_as_full_screen_section=”no” type=”full_width” angled_section=”no” text_align=”left” background_image_as_pattern=”without_pattern”][vc_column][vc_column_text]1. No todas las gafas protegen de los rayos UV.

El hecho de que una gafa tenga los lentes oscuros no quiere decir que, necesariamente, tenga protección de rayos UV. En realidad, una gafa de sol oscura, que no cuenta con filtros UV, es más peligrosa que no llevar nada. “Según la iluminación que recibe nuestro ojo, la pupila se dilata o se contrae para dejar pasar la luz. Si usamos una gafa oscura, que no tiene protección de rayos UV, lo que estamos haciendo es abrir la pupila para permitir la entrada de más radiación a nuestros ojos, exponiéndolos a un daño mayor”, asegura el especialista.

Los daños que provoca este tipo de radiación no son inmediatos. Las personas apenas sienten el avance de los síntomas pero, cuando se dan cuenta, el daño es irreversible. Algunas de las alertas  comunes  que nos cuentan que los ojos están siendo sobreexpuestos a la radiación, son fotofobias (intolerancia exagerada a luz) anormales y dolores de cabeza intensos.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row css_animation=”” row_type=”row” use_row_as_full_screen_section=”no” type=”full_width” angled_section=”no” text_align=”left” background_image_as_pattern=”without_pattern”][vc_column][vc_column_text]2. Los filtros que tienen las gafas se desgastan con su uso

Así como cualquier otro accesorio, las gafas también tienen un periodo de vida útil. Lalama menciona que los filtros con los que cuentan las gafas, que son los encargados de proteger los ojos, empiezan a sufrir un desgaste luego de 3 o 4 años de uso, por lo que la recomendación es cambiar de gafas luego de ese periodo.

En el caso de los marcos y monturas, su vida útil dependerá del trato y cuidado que tenga la persona en la manipulación de las gafas. Hábitos como colocarlas en la cabeza, no guardarlas en sus estuches, o sacárselas y ponérselas continuamente acortan su vida.

Un tip para que las gafas duren más tiempo es lavarlas con agua y jabón. Se debe colocar la gafa bajo el chorro de agua y lavarlas con jabón líquido de manos. Luego, se debe secar con un paño de microfibra, realizando movimientos verticales. Hay que evitar limpiarlas con productos abrasivos como el alcohol, pues estos dañan los filtros de protección con los que cuentan las gafas.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row css_animation=”” row_type=”row” use_row_as_full_screen_section=”no” type=”full_width” angled_section=”no” text_align=”left” background_image_as_pattern=”without_pattern”][vc_column][vc_column_text]3. El precio de la gafa no influye en la calidad de la protección

Es común pensar que mientras más costosa es una gafa más protección brinda a los ojos. No obstante, el optómetra comenta que esto no es así. “El precio de las gafas no tiene relación con la protección UV que brindan. No es necesario tener unas gafas muy costosas para cuidar los ojos de los daños producidos por la radiación.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row css_animation=”” row_type=”row” use_row_as_full_screen_section=”no” type=”full_width” angled_section=”no” text_align=”left” background_image_as_pattern=”without_pattern”][vc_column][vc_column_text]4. Las gafas también tienen tallas y medidas

Este es un aspecto que suele pasar desapercibido por las personas pero, al igual que otros accesorios o la ropa, las gafas también tienen tallas y medidas. Este dato es muy importante, puesto que escoger la gafa de la talla adecuada permite que se sujete y se ajuste adecuadamente a la cabeza, brindando una sensación de confort y confianza a la persona, lo que evita que se la deba estar acomodando continuamente.

En la varilla de las gafas están sus medidas exactas: diámetro de lente, ancho del puente nasal y longitud de la varilla, en ese orden. El diámetro se refiere a la distancia horizontal del lente en su punto más amplio. El ancho del puente es la parte que une los dos lentes y se apoya en el tabique nasal, esta medida suele variar entre 14mm y 24mm. La varilla es lo que mantiene las gafas en la cara, y su extensión no debe ir más allá de la oreja, pues puede causar molestia y dar la sensación de que está floja.

Finalmente, existe otra medida a considerar que es la altura del lente, es decir, cuánto mide de arriba hacia abajo. Esto difiere según la marca, no obstante, el tamaño estándar está entre 32 y 38 milímetros.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row css_animation=”” row_type=”row” use_row_as_full_screen_section=”no” type=”full_width” angled_section=”no” text_align=”left” background_image_as_pattern=”without_pattern”][vc_column][vc_column_text]5. El color del lente no influye en la protección visual

Pensar que los lentes oscuros protegen los ojos más que los lentes claros es un mito muy común. La realidad es que el color del lente influye en el contraste y en la percepción de los colores, y no en el bloqueo de los rayos UV. Los lentes marrones, grises y verdes son los más usados; no obstante, su uso puede ser indicado de acuerdo al defecto visual que la persona padece.

Los lentes marrones, por ejemplo, son los recomendados para personas que tienen miopía o astigmatismo. Los verdes, en cambio, para pacientes que sufren de hipermetropía. El uso de gafas con lentes naranjas o amarillos es recomendado para utilizarlos en condiciones de baja luminosidad, como niebla o para conducción durante la noche, pues favorece el aumento de los niveles de contraste. No es recomendable usarlos en días soleados.

Existen otros lentes que vienen en color rosa o azul. El experto recomienda tener especial cuidado al usar este tipo de gafas, pues estos tonos alteran la percepción de los colores, lo que resulta peligroso al conducir. Para esta actividad, la recomendación es usar lentes color marrón, o verde en el caso de practicar deportes.

Finalmente, podemos encontrar otro tipo de lentes que son los polarizados, que tienen un filtro adicional para bloquear no solamente la radiación UV, sino también la luz del sol que cae en determinada dirección. Esto elimina los reflejos y permite una mayor visibilidad, por lo que este tipo de gafas son muy populares entre navegantes y pescadores.

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